Tras haber quedado expuestos ante la opinión pública por los nombramientos de familiares en el Concejo Deliberante de Concepción, los ediles volvieron a sesionar el jueves, como lo establece el reglamento interno. Sin embargo, en esa reunión, fueron los chicos los que hablaron sobre el tema, que los adultos prefirieron callar.
A las 10, cuando comenzó la deliberación, el recinto de sesiones estaba repleto de estudiantes secundarios de la escuela de Comercio "República de Panamá". También había algunos profesores y familiares de los alumnos. Entre esos estudiantes, un grupo de cinco chicos estaba a punto de recibir un diploma por su desempeño parlamentario.
Los alumnos habían asistido a una jornada de "Concejales por un día" en San Miguel de Tucumán y fueron seleccionados para viajar a Buenos Aires, donde representarán a la provincia, en un debate al que asistirán estudiantes de todo el país.
Al momento del reconocimiento, los concejales elogiaron a los chicos y les entregaron el diploma. Después de los flashes para el recuerdo, los alumnos se retiraron del recinto, hacia un patio interno, mientras los ediles seguían con el desarrollo de la sesión.
Afuera del recinto, LA GACETA consultó a los estudiantes sobre la polémica por los nombramientos de parientes. De los cinco alumnos, sólo uno prefirió no opinar; en cambio el resto fue lapidario en contra de los concejales.
"La verdad que si alguien quiere trabajar en la Municipalidad tendría que hacerse un concurso de antecedentes, de evaluaciones, y ver si la persona está capacitado", afirmó el estudiante Raúl Morales. "Si los parientes de ellos (por los concejales) están capacitados, bienvenido sea, pero que no se queden con el puesto por el sólo hecho de tener acá adentro funcionarios que son parientes suyos, porque quizá afuera hay gente mejor capacitada y que de verdad necesita el empleo y se queda sin posibilidades", remarcó.
Su compañera Beatriz Costilla, por su parte, hizo especial hincapié en el valor de la honestidad. "Para tener un cargo, hay que ganárselo por méritos propios. Cada uno sabe lo que es y quién es, y si se ha ganado (la designación) honestamente está bien; pero si no ha sido así, entonces está mal", señaló.
Sonriente, a su lado, Sara Hai Acosta, esperaba algo ansiosa su turno para responder a la consulta periodística. "La verdad es que me parece un poco vergonzoso, si se me permite decir. Creo que hay que elegir a las personas por la capacidad que tienen, no por la familiaridad o por el apellido. Es vergonzoso que se nombren a familiares simplemente para quedar bien", resaltó.
Jesús Brito, que cursa el tercer año, dijo que no conocía el tema de las designaciones de familiares. "La verdad que no sé... la política siempre ha sido un tema complicado. No suelo opinar sobre esos temas", se excusó.
En cambio, el estudiante Luis Alberto Ovejero, que tuvo que presidir una sesión durante la experiencia parlamentaria estudiantil en la capital, fue contundente. "Deberían calificar al personal, no por ser familiares, sino por el curriculum que poseen", afirmó.
Palabras sin uso
Adentro del recinto, la sesión siguió hasta el mediodía con algunos proyectos vecinales. Mientras tanto, los periodistas esperaban el momento de manifestaciones generales, denominado "Temas Varios", a fin de develar si algún concejal iba a referirse a la controversia por los nombramientos de familiares y las repercusiones que generó esa decisión.
Pero, al llegar ese momento, el presidente del cuerpo, Alberto Comaschi, preguntó: "¿alguien quiere hacer uso de la palabra?". Se produjo un largo silencio hasta que Comaschi invitó a sus pares a arriar la Bandera. Luego, terminó la sesión sin que ellos dijeran ni media palabra sobre la polémica por la que están en boca de todos.